sábado, 21 de mayo de 2011

El trabajo es sagrado, por eso no lo toco

Trabajo en un lugar donde no existen las cucarachas porque tendrían que llevar bufanda y gorro de lana... Cuando llegué lo primero que me sorprendió es que el sitio tuviera mas mierda que el rabo de una vaca hasta el papel que utilizamos para limpiar, que se supone debería ser blanco, es de color gris por fuera de la suciedad que pilla. Obviamente un sitio que está al aire libre es muy propenso a estar sucio todo el tiempo, pero cuando recuerdo lo guarra que estaba la mesa donde se supone que debía manipular la comida... Menos mal que mi madre nació con un trapo debajo del brazo y algo se me ha pegado.

Las condiciones laborales se basan básicamente en pasar un frío de la ostia mientras esperas que se te descongele el "pescado fresco" entre los dedos, en hacerte montaditos de salmón para apaliar el hambre cuando el jefe no mira y en no saber a que hora acabarás ese día porque dependes del clima, del hambre que tenga la gente y de las almorranas del encargado.

(Desquiziada lavando un pepino)

Un punto muy interesante son las normas que establace mi jefe (y que cambia o añade cada dos días) por eso de darle un cariz diferente al asunto cada X tiempo... A veces va probando productos nuevos, otras nuevas formas de hacer los bocadillos para acabar cambiándolas por la forma que me dijo la semana pasada, otras le por cambiarme los productos de sitio sin decirme nada para que juege a las adivinanzas...

La fauna que trabajamos allí, también conocida como "extranjeros de mierda que ni hablan noruego a los que pagamos cuatro duros para hacer los trabajos que nosotros no queremos" es bien variopinta.


Loom, la chica Tailandesa es una buena persona rodeada de frikis (que somos los demás) a pesar de que habla tres frases en inglés lleba como 3 años trabajando allí y es la única que está dispuesta a cocinarnos algo casi todos los días que puede cuando el jefe ya se ha ido a casa, claro.


Jorge llegó de los primeros y se ha hecho un hueco en el corazoncito de todos los demás. Este Uruguayo es un crack que se camela tanto al jefe, como a la guiri inglesa de turno preocupada por si tenemos mostaza... Alegre y dicharachero hace las delicias de las mañanas. Canta, cuenta chistes verdes, anécdotas picantes, te baila un pasodoble... y si hace falta se caga en la madre que parió a Benito en la cara de Benito. Amén de dar buenos consejos.



La primera que pasó de simple compañera de curro a compañera de cuarto fue Letizia una chica italiana que entró para hacer bocadillos conmigo y que el jefe separó inmediatamente porque hablábamos mucho. (Hombres, que no saben que nosotras podemos hacer dos cosas a la vez) Entonces la mia sorella italiana y yo nos comunicabamos por gritos de un lado a otro del recinto medio en italiano (que estoy "aprendiendo") medio en español (que está aprendiendo ella) y medio en clave para ciertas cosas.



Extrañamente nadie se pudo contestar como Jordan seguía trabajando con nosotros... El más alelao de todos, le pedías dos cosas y te traía una al cabo de media hora, así era nuestro francesito, un poco bobo pero un amor, lo queríamos mogollón. Además estaba como una cabra y eso animaba bastante, nos partíamos el culo cuando le daban arrebatos de sinceridad y le decía a los clientes cosas como -"bueno... esta sopa está hecha con lo que nos ha sobrado del pescado de ayer pero aún así esta rica"- XD Por no comentar de aquel intento de salir del paso cuando se le ocurrió decir que el caviar verde era de Kiwi.

Junto a él La Visenta, catalana y paisana de Valencia y de corazón fallero-festero. Siempre con una sonrisa en la cara y muchas ganas de pasarlo pipa. Mi faraona rubia y yo no coincidíamos muy amenudo en el curro pero los paseos al atardecer bajo la lluvia nos servían para ponernos la día de todos los cotilleos y sentimentalismos varios. Compañera de trabajo, juergas y confidencias. Toda una tia simpaticota como pocas que me sacó uno de los mejores apodos que me han puesto en mi vida... solo ella supo captar la esencia de servidora con una sola palabra: la Poligonera-Manga. ¡Ahí queda eso!



Aqui estoy con otro gran compañero, Tam Tam, que sustituyó a Jordan una vez este se fué y al que le debemos frases tan gloriosas como; "¿Donde esta Tam Tam?" (pregunta que nos hacíamos a menudo porque este tailandés era experto en hacerte un ninja y desaparecer durante horas) y cosas como "no jaf, no jaf" que salían por su boca cuando le pedías algo del almacén y parecía hacérsele inmenso porque nunca encontraba nada.


Aquí con gorra troben a la Ona. Loca como una cabra y enamorá de su xurri como la que más. Se movía como pez en el fjordo, en el Fish and Chips lo daba todo. Se enfundaba sus largas rastas en un macromoño y a vender pescaíto frito toda la santa tarde. Después en las fiestas era de las mías; come-bafles/ ravera por hobbie ¡que alegría daba verla dando brincos por la pista!


Mireia otra xiqueta dels paísos catalans a la que el despertador de casa no le funcionaba casi nunca pero quien aun así era tan entregada a su trabajo que incluso venía a trabajar de empalmada y borrracha si se terciaba. Mi gran compañera de las mañanas imitaba las frases célebres de Tam Tam, se encargaba de la esquisita decoración de los sandwiches y hacíamos la tertulia de cualquier tema entre los que destacaban las imitaciones de compañeros y critiqueos de jefes y encargados.


Siempre de buen humor Mónica se plantaba todas las mañanas en el trabajo. Con un reperetorio musical mucho más extenso que el de la SGAE (donde va a ir a parar la cultura musical de esta chica) nombrada gramola oficial de las mañanas del Fish and Chips su buen humor y sus ganas siempre conseguían arrancarme una sonrisa. Mi xikitina era una encilcopédia andante con la que podías hablar de todo lo que se te ocurriera y más.

Ilenia, (con la camiseta gris) era otra veterana del Fish and Chips. Simpática comprensiva y todo paz y amor. Mi jipi preferida pasaba de ser una mariposilla en casa (todo relax) a ponerse seria y responsable en el trabajo como la que más. Aguantando el tipo con cagadas del jefe con una buena sonrisa (por no matar a alguien) y capaz de sacar 60 platos en una hora.

Yo soy la friki que habéis ido conociendo poco a poco descrita por el jefe como "la chica esa que es un poquito rara pero que trabaja bien" (información filtrada de primera mano) y me dedico en el trabajo a cantar, a hacer bocadillos a destajo y a evadirme del curro con mis pensamientos poligoneros/manga... También suelo hacer bromas, contar chismorreos, ir al baño a sentarme un rato (escaqueo made in Spain) y si nadie mira, a pegarle bocaditos pequeños a algo medianamente comestible.


Y no me he olvidado de mi querido Uri, el gitanito de Jerez, puñetero de vocación que me dió unas buenas alegrías a la vista en esos días lluviosos de Bergen y a Giorgina mi bollito simpaticón con la que también me he descoganodo unas cuantas veces por sus ocurrencias. ¡¡¡A todos vosotros un besazo!!!

Los compañeros con los que trabajé allí son unos frikis con mayúsuclas como yo, me hicieron el trabajo más ameno, nos reímos, cantamos, ponemos verde al jefe, nos contamos la vida... en fin, que el cachondeo va y viene entre olor a gamba y a bacalao. Sin vosotros esto habría ¡¡"sido un infieno Diox mio!!"

¡¡OS QUIERO CABRONES!!

Mención especial a nuestros compañeros del resto del FiskeTorget...


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